Están acusados de actividades criminales dentro del grupo parapolicial fascista CNU.
Ullúa y Arenaza, capturados en España.
La policía española ha detenido en A Coruña y Palma de Mallorca a dos fugitivos argentinos reclamados por las autoridades de su país por delitos de lesa humanidad. Se trata de Beatriz María Arenaza y Daniel Alejandro Ullúa, sobre los que pesaban sendas órdenes de busca y captura internacional en el marco de una causa judicial en la que se investiga medio centenar de asesinatos en los que estarían implicados miembros de la Concentración Nacional Universitaria (CNU).Esta organización surgió en 1968 como una fuerza de choque dentro de la derecha peronista y en 1975 se convirtió en una herramienta estatal dependiente de la policía y las Fuerzas Armadas.
La CNU tuvo su cruento "bautismo de sangre" en 1971 con el asesinato de Silvia Filler, una estudiante asesinada a tiros el 6 de diciembre de 1971 en la Universidad de Mar del Plata por un grupo parapolicial. La muerte de Silvia Filler fue investigada por el juez Adolfo H. Martijena. En el juicio fueron condenados como responsables del delito de homicidio en riña Óscar Héctor Corres, que fue quien presuntamente realizó el disparo mortal, y otras 15 personas, entre ellas Beatriz María Arenaza. En 1973 el presidente argentino Héctor Cámpora dictó una ley de amnistía que abarcaba el caso de Silvia Filler.
Según ha informado este jueves la Dirección General de la Policía, los hechos por los que estaban buscados Arenaza y Ullúa constan en una nota roja de Interpol emitida por Argentina en relación con la causa 13.793. Esta recoge los hechos comprendidos entre febrero y mayo de 1975. A los arrestados se les imputa haber formado parte de una organización con fines delictivos, enmascarada en la agrupación denominada Concentración Nacional Universitaria, con un claro objetivo criminal destinado a cometer atentados, secuestros y otros hechos violentos. Estos actos han sido calificados como delitos de lesa humanidad, por lo que se ordenó su captura internacional.
La CNU fue una organización ligada a las Juventudes Peronistas, que funcionó en distintas universidades argentinas, fundamentalmente en Mar de Plata, donde operaba como un grupo de choque que irrumpía en las universidades con armas, cadenas y objetos contundentes, para intimidar a los movimientos estudiantiles. Existe un proceso judicial abierto conocido como Causa CNU, sobre una veintena de personas que afrontan distintas acusaciones.
Ullúa y Arenaza, capturados en España.
La policía española ha detenido en A Coruña y Palma de Mallorca a dos fugitivos argentinos reclamados por las autoridades de su país por delitos de lesa humanidad. Se trata de Beatriz María Arenaza y Daniel Alejandro Ullúa, sobre los que pesaban sendas órdenes de busca y captura internacional en el marco de una causa judicial en la que se investiga medio centenar de asesinatos en los que estarían implicados miembros de la Concentración Nacional Universitaria (CNU).Esta organización surgió en 1968 como una fuerza de choque dentro de la derecha peronista y en 1975 se convirtió en una herramienta estatal dependiente de la policía y las Fuerzas Armadas.
La CNU tuvo su cruento "bautismo de sangre" en 1971 con el asesinato de Silvia Filler, una estudiante asesinada a tiros el 6 de diciembre de 1971 en la Universidad de Mar del Plata por un grupo parapolicial. La muerte de Silvia Filler fue investigada por el juez Adolfo H. Martijena. En el juicio fueron condenados como responsables del delito de homicidio en riña Óscar Héctor Corres, que fue quien presuntamente realizó el disparo mortal, y otras 15 personas, entre ellas Beatriz María Arenaza. En 1973 el presidente argentino Héctor Cámpora dictó una ley de amnistía que abarcaba el caso de Silvia Filler.
Según ha informado este jueves la Dirección General de la Policía, los hechos por los que estaban buscados Arenaza y Ullúa constan en una nota roja de Interpol emitida por Argentina en relación con la causa 13.793. Esta recoge los hechos comprendidos entre febrero y mayo de 1975. A los arrestados se les imputa haber formado parte de una organización con fines delictivos, enmascarada en la agrupación denominada Concentración Nacional Universitaria, con un claro objetivo criminal destinado a cometer atentados, secuestros y otros hechos violentos. Estos actos han sido calificados como delitos de lesa humanidad, por lo que se ordenó su captura internacional.
La CNU fue una organización ligada a las Juventudes Peronistas, que funcionó en distintas universidades argentinas, fundamentalmente en Mar de Plata, donde operaba como un grupo de choque que irrumpía en las universidades con armas, cadenas y objetos contundentes, para intimidar a los movimientos estudiantiles. Existe un proceso judicial abierto conocido como Causa CNU, sobre una veintena de personas que afrontan distintas acusaciones.
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