Condenado a prisión perpetua, degradado por el Ejército, con arresto domiciliario gracias a sus achaques, el ex militar Antonio Domingo Bussi podría abandonar en los próximos su residencia en el country de Yerba Buena y trasladarse a una finca en el interior tucumano, en teoría para celebrar el cumpleaños de su hijo José Luis. Al menos es el objetivo que figura en el pedido de autorización que la esposa del genocida presentó el sábado ante el Tribunal Oral Federal tucumano y que hasta ayer no había sido respondido.
Bussi fue internado de urgencia el lunes, producto de una descompensación. Padece “una insuficiencia cardiorrespiratoria severa”, precisó a LV12 su hijo José Luis, cara visible de Fuerza Republicana desde el fin de la impunidad de su padre. El legislador Ricardo Bussi, en tanto, calificó de “nefasta” la baja de su padre de las filas del Ejército, ordenada por el ministro Arturo Puricelli luego de que quedara firme la condena a prisión perpetua por el asesinato del ex senador Guillermo Vargas Aignasse. “Los montoneros de los años ’70, hoy enquistados en el poder kirchnerista, toman la mayor de sus venganzas, sacándole el grado militar al general Bussi” (sic), insistió en machacar la jerarquía el diputado provincial en declaraciones al diario La Gaceta. Bussi hijo se mostró confiado en que “nunca podrán borrar del corazón de los tucumanos al general triunfador del Operativo Independencia”.
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