El primer civil imputado por crímenes de lesa humanidad en Tucumán se fugó de un instituto privado donde permanecía alojado a raíz de un intento de suicidio, confirmaron fuentes judiciale
Juan Carlos Benedicto fue procesado en la causa por el centro clandestino de detención que funcionó en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga y hasta anoche permanecía alojado con custodia en un hospital neuropsiquiátrico.
El detenido estaba allí desde hacía casi un mes tras un intento de suicidio en el penal de Villa Urquiza, donde cumplía la prisión preventiva.
El juez federal Daniel Bejas confirmó lo sucedido, luego de regresar desde Uruguay donde estaba ofreciendo charlas.
"Fui informado esta mañana vía telefónica", señaló Bejas y destacó que "se siguen varias líneas investigativas y fueron advertidas ya las fuerzas de seguridad nacional".
El magistrado recordó que "al momento de ordenar su detención también ordené la prohibición para que abandone el país, la que aún está vigente".
Bejas explicó que Benedicto se encontraba imputado en la causa Arsenales ya que, según las declaraciones de dos testigos que están en el expediente, "formaba parte de un grupo denominado La Patota, que colaboraba con los militares".
Según la investigación, Benedicto habría matado a golpes a una mujer en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, que funcionaba como centro de detención y exterminio.
"En esta megacausa hay más de 20 procesados y 80 víctimas", explicó Bejas.
El ahora prófugo estaba detenido en el pabellón de máxima seguridad del penal de Villa Urquiza y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en una de sus rodillas.
"Como en la cárcel no podía recibir el tratamiento para la recuperación indicada por los médicos, estaba con arresto domiciliario y allí intentó suicidarse con pastillas unos 25 días atrás", comentó Bejas.
El magistrado federal indicó que los médicos forenses confirmaron un serio riesgo en cuanto a repetir el intento de suicidio, por lo que fue derivado al instituto psiquiátrico Manuel Corbalán, desde donde se fugó anoche.
La investigación en la que fue implicado Benedicto gira en torno de la existencia de un circuito de exterminio dentro del plan sistemático de aniquilamiento de opositores políticos a la dictadura militar.
Se calcula que por ese sitio donde funcionó la guarnición militar pasaron alrededor de 1.500 detenidos-desaparecidos y se estima que el caso llegue a juicio en el segundo semestre de 2012.
Juan Carlos Benedicto fue procesado en la causa por el centro clandestino de detención que funcionó en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga y hasta anoche permanecía alojado con custodia en un hospital neuropsiquiátrico.
El detenido estaba allí desde hacía casi un mes tras un intento de suicidio en el penal de Villa Urquiza, donde cumplía la prisión preventiva.
El juez federal Daniel Bejas confirmó lo sucedido, luego de regresar desde Uruguay donde estaba ofreciendo charlas.
"Fui informado esta mañana vía telefónica", señaló Bejas y destacó que "se siguen varias líneas investigativas y fueron advertidas ya las fuerzas de seguridad nacional".
El magistrado recordó que "al momento de ordenar su detención también ordené la prohibición para que abandone el país, la que aún está vigente".
Bejas explicó que Benedicto se encontraba imputado en la causa Arsenales ya que, según las declaraciones de dos testigos que están en el expediente, "formaba parte de un grupo denominado La Patota, que colaboraba con los militares".
Según la investigación, Benedicto habría matado a golpes a una mujer en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, que funcionaba como centro de detención y exterminio.
"En esta megacausa hay más de 20 procesados y 80 víctimas", explicó Bejas.
El ahora prófugo estaba detenido en el pabellón de máxima seguridad del penal de Villa Urquiza y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en una de sus rodillas.
"Como en la cárcel no podía recibir el tratamiento para la recuperación indicada por los médicos, estaba con arresto domiciliario y allí intentó suicidarse con pastillas unos 25 días atrás", comentó Bejas.
El magistrado federal indicó que los médicos forenses confirmaron un serio riesgo en cuanto a repetir el intento de suicidio, por lo que fue derivado al instituto psiquiátrico Manuel Corbalán, desde donde se fugó anoche.
La investigación en la que fue implicado Benedicto gira en torno de la existencia de un circuito de exterminio dentro del plan sistemático de aniquilamiento de opositores políticos a la dictadura militar.
Se calcula que por ese sitio donde funcionó la guarnición militar pasaron alrededor de 1.500 detenidos-desaparecidos y se estima que el caso llegue a juicio en el segundo semestre de 2012.
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