Sus restos fueron identificados en la fosa común conocida como el "Pozo de Vargas" en San Miguel de Tucumán según fuentes judiciales. Guillermo Vargas Aignasse fue hasta el día de hoy un desaparecido por el genocidio encabezado por Antonio Bussi en la provincia. El genocida recientemente fallecido, fue juzgado por éste crimen en 2008 y condenado a cadena perpetua por ser considerado responsable del secuestro, tortura y posterior desaparición del ex legislador peronista en 1976.
El fiscal Alfredo Terraf dijo en ese juicio que “está acreditado que lo que le ocurrió al ex legislador (Vargas Aignasse) no fue un hecho aislado. Fue consecuencia de un plan tenebrosamente planificado, un plan que quería instaurar una tiranía y una dictadura por todos los tiempos”. Una pata fundamental para cerrar el círculo de impunidad, tanto para la familia como para la memoria histórica de Tucumán y el país.
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